Recientemente se han detectado en fuentes de agua potable una serie de plaguicidas "emergentes", como el metaldehído, la clopiralida, la propizamida y la carbetamida, que no pueden eliminarse por debajo del límite reglamentario con las tecnologías existentes sin incurrir en costes excesivos.El objetivo general de este proyecto era encontrar una solución de tratamiento rentable para estos plaguicidas emergentes, a fin de garantizar el cumplimiento de la norma de calidad del agua potable.
Estudio de caso - UKWIR: Plaguicidas emergentes: ¿qué es lo próximo?
Cliente/Lugar: REINO UNIDO
Duración del proyecto: Marzo de 2012 - septiembre de 2013
Visión general
Recientemente se han detectado en fuentes de agua potable una serie de plaguicidas "emergentes", como el metaldehído, la clopiralida, la propizamida y la carbetamida, que no pueden eliminarse por debajo del límite reglamentario con las tecnologías existentes sin incurrir en costes excesivos.El objetivo general de este proyecto era encontrar una solución de tratamiento rentable para estos plaguicidas emergentes, a fin de garantizar el cumplimiento de la norma de calidad del agua potable.
Cómo lo solucionamos
La fase 1 del proyecto se completó con la comprensión de los mecanismos y procesos que habían demostrado ser más eficaces para la eliminación del metaldehído, principalmente el radical hidroxilo.
mediante peróxido de hidrógeno, UV y ozono, e identificar y evaluar críticamente las tecnologías emergentes que tenían potencial para superarlas. El rendimiento se evaluó utilizando resultados de sustancias químicas similares y comparables. El UKWIR también exigió que los argumentos comerciales de cada tecnología fueran transparentes, por lo que también se analizaron los costes, los requisitos energéticos y químicos, el estado de desarrollo, la integración y la propiedad de la tecnología. Isle se puso en contacto directo con cada empresa tecnológica durante este proceso de recopilación y presentación de información. Isle identificó y clasificó más de 25 tecnologías, de las cuales elaboró fichas informativas para las 14 primeras. Estas fichas se entregaron a UKWIR y se debatieron en las reuniones del grupo de dirección para decidir qué tecnologías debían someterse a prueba en la fase 2.
En la fase 2, Isle probó de forma independiente tres de las tecnologías para determinar su capacidad de tratamiento de plaguicidas emergentes y no deseados.
al tiempo que se tienen en cuenta los gastos de capital y de explotación necesarios para su aplicación en una planta de tratamiento de aguas. Las tecnologías probadas incluían un material absorbente, un proceso fotoquímico y un proceso mejorado con ozono.